"Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro." —Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.
Un momento mágico de la presentación de Diosas del Silencio en la Sinagoga del agua de Úbeda, con la danza de Azazel, el ángel caído del libro de Enoch que es uno de los narradores en la novela. El coro delantal interpretó la obra Lacrimosa de Calixto Álvarez con arreglos de Sonia Megias, directora del grupo y la participación de la soprano Laura Moyano.
Foto de Miguel Tejada.
1 COMENTARIO
Vicky Parro · Hace más de un año · Responder
Qué pena no haber podido vivirlo allí en directo en la Sinagoga. Aun así, quiero daros la enhorabuena por ser tú Cristina una magnífica escritora y tú Gerson un genial bailarín. Seguro que fue un gran éxito.