PALABRAS

"Una mirada lo cambia todo: la perspectiva, la luz, la sombra, el verso... la palabra."

DESPUÉS DE LA NIEVE

Hace más de un año / Simbología / 0

Fecha de publicación: 29 de enero de 2021

DESPUÉS DE LA NIEVE

Por Cristina Mª Menéndez Maldonado

Hirió la rama

Volteó el nido

Pájaros del revés dejaron sus huellas en ese cielo sin semillas

Blanco y congelado suelo; estéril.

Miles de plumas junto al agua ya no volarán,

el hielo las cosió al camino.

Los árboles, rotos; cabelleras de hojas sobre el asfalto.

Verdes aún, colean el último oxígeno, como peces arrancados del mar.

El viento abofeteó sus brotes; estrellas sin ascuas.

La savia se asoma en el tronco partido, vomita la vida.

Duele ese museo de brazos desgajados, de astillas que gritan.

Estorba la muerte; pesa lo que ya no respira.

La vida se aparta de sí misma para no volver.

¡Qué triste paseo de mitades!, de esquirlas desgarradas, de llanto silencioso

Después de la nieve, llega una calma extraviada

de paisajes fracturados tras el deshielo, que se agotan en la muerte…

Solo un árbol solitario se mantiene en pie, intacto, la tormenta pasó de largo

Por dentro de su enramada vulva se gestará el mundo, otra vez

Se cocerá la vida, sin prisa, en tallos renovados

Redondeará la arista y el musgo abrazará los umbrales

Tejerá hilos nuevos en secreto, cuando todo repose

De su noche oscura llegará la vida, sobre  el cóncavo escombro de la muerte

En el compás nutricio de las horas, banderas verdes agitarán sus pregones,

en son de Paz.

   

         

Esta prosa poética, con la que he querido dejar mi sentir al ver tantos árboles caídos tras la nevada en Madrid, me hace pensar en lo simbólica que es la vida. Da la sensación de que este mundo que conocemos ha de renovarse a fondo, caer, estrellarse, como la torre en el tarot y que de todas las astillas, arrancadas de cuajo nazca algo nuevo, más humano. En mitad de todo ese caos de ramajes, de caminos cortados, encontré un árbol intacto, con un agujero que parecía una vulva. Era como si el universo quisiera decir...El renacer es posible, sí, pero desde dentro. Qué extraña es la vida y que de lecciones nos deja a cada instante.