Kybeles. Magna Mater

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Fecha de publicación: 19 de noviembre de 2019

Todos los días al ir al trabajo me encuentro con ella. Kybeles, Cibeles, Rea, Magna Mater eterna...Nos miramos, sonreímos y se que no tengo nada que temer.

Quiero fotografiarla siempre que pueda, e ir añadiendo instantáneas de ellas en mi web lunar. Esa será mi oración en ruta, mi peregrinación matinal a pie de calle, mi reverencia secreta, mi íntimo despertar...

La veré entre cielos, coches, nubes, Meninas, luces de Navidad...Entre penumbras, amaneceres lluviosos, estampas de un Madrid aún dormido...En la noche, en el día y su corazón de piedra y el mío latirán juntos...

Madrid is Magic...Magic Kybeles

Diosa Frigia, su culto frigio fue adoptado y adaptado por los colonos griegos de Asia Menor y se extendió a Grecia continental y sus colonias occidentales más distantes alrededor del siglo VI a. C.

En Grecia, Cibeles estaba parcialmente asimilada a aspectos de la diosa de la Tierra Gaia, y la diosa madre de la cosecha Demeter . Algunas ciudades-estado, especialmente Atenas la evocaron como protectora, pero sus ritos y procesiones griegas más célebres la muestran como una diosa misteriosa esencialmente extranjera y exótica que llega en un carro tirado por leones.

En Roma, Cibeles era conocida como Magna Mater ("Gran Madre"). El estado romano adoptó y desarrolló una forma particular de su culto después de que el oráculo sibilino recomendara su reclutamiento como un aliado religioso clave en la segunda guerra de Roma contra Cartago . Los mitógrafos romanos la reinventaron como una diosa troyana y, por lo tanto, una diosa ancestral del pueblo romano a través del príncipe troyano Eneas. Con la eventual hegemonía de Roma sobre el mundo mediterráneo, las formas romanizadas de los cultos de Cibeles se extendieron por todo el Imperio Romano.