Mª Consuelo Altable. El alma de Eirene Editorial

Fecha de publicación: 17 de febrero de 2017

«Si la vida es sueño (Calderón de la Barca), somos lo que soñamos»

Soy una apasionada de la lectura. Mi mamá era maestra y a los 3 años ya iba leyendo los carteles o anuncios que veía en la calle, y como hubiese un papel en el suelo me paraba a leerlo. Mi papá me fomentó el gusto por leer. Me regalaba cuentos, tebeos, y en la propia biblioteca familiar, pequeñita pero escogida, encontré un filón. Con nueve años ya había leído a Blasco Ibáñez. No fui dirigida en mis lecturas más allá de los títulos que nos indicaban en el Colegio y luego en el Instituto. Así que leí de todo, dispersa y ecléctica, fundamentalmente, narrativa ficción. Pero además de leer, de pequeña me encantaba escuchar las historias de mi abuela Irene, de la que heredé su pasión por las novelas. En mi despacho tengo la palmatoria de bronce que, en su juventud, iluminaba sus lecturas. Un día, un amigo me animó a hacer un taller de escritura y más sorprendida que entusiasmada, di un paso adelante y empecé a escribir.

1.- ¿Cuál es el espíritu  de Eirene Editorial y cómo te surgió la idea de hacer una editorial tú sola?

 Cuando había escrito mi primera novela pasaron varias cosas que le dieron un giro radical a mi vida. Mientras enviaba mi libro a distintas editoriales para ver si podía ser publicado, alguien me dijo que si quería hacer lo que más deseaba en la vida: “crear una editorial”. De nuevo, me quedé muy sorprendida porque a mis 49 años jamás se me había ocurrido esa idea. Tener una librería, sí, pero una editorial, nunca. Después de distintos avatares me encontré poniendo en marcha Eirene Editorial. Había descubierto que si me gustaba escribir, más me gustaba encontrar libros interesantes, apasionados y emocionantes y… ¡publicarlos! Además tenía muy claro qué era lo que quería transmitir a través de su línea editorial. Creo que nuestro mundo navega en medio de mil  tormentas económicas y sociales, ha perdido la brújula a nivel personal y colectivo, embarrancado en el miedo a no sobrevivir individualmente ni como humanidad. Así que asumí el reto de crear una editorial definida por valores como el amor, la consciencia y la compasión. Compasión, en griego, συμπάθεια puede leerse como “sympathia” por los sentimientos de l@s otr@s, intentando ayudarl@s. Eirene significa Paz en griego por eso elegí ese nombre y además porque es un emocionado homenaje a mi abuela que me transmitió una pasión: leer.      

«Días de amor y cosecha» Novela de  Mª Consuelo Altable que publicó con el seudónimo Angela Blenda

2.- ¿Cuál es el balance hasta ahora?   

El balance es tan positivo que si pudiera incluir en este texto un emoticono sería el de una mujer bailando. Eirene Editorial es un grupo de profesionales y amantes de la Literatura  unidos en una línea editorial definida, como he dicho antes por valores como el amor, la consciencia y la compasión, que se sostiene en 3 pilares básicos: La calidad literaria de las obras que publica y la calidad humana de sus autores, ya sean algunos más conocidos o reconocidos que otros. Nuestro equipo técnico que trabaja para que cada libro sea una pequeña obra de arte en la que el binomio texto y portada provoquen placer y satisfacción en el lector. Y un compromiso social que se traduce en donar a una ONG 1 euro de cada ejemplar que se vende. Es decir, los distintos títulos apadrinan diferentes proyectos sociales.    

3.-¿Y el futuro?  

Eirene Editorial sigue creciendo, desde 2012 año en que se publicaron los primeros libros. Ahora tenemos 25 títulos publicados en distintas colecciones (Poesía: 13; Narrativa: 5; Escena: 3; Infantil y juvenil: 2; Hadas del espejo (ilustrados): 2. Tenemos  cerrados hasta 2019 todos los proyectos que vamos a publicar. El siguiente paso es aumentar el número de actividades culturales y educativas relacionadas con las propias publicaciones o con otros temas de interés social y cultural. Soy consciente de que esta es una gran aventura y desde el mismo momento en que Eirene Editorial nació con tanta ilusión ya disfrutamos de la primera satisfacción: sentir que puede ser la semilla de una comunidad.    

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