Señales Cielo y Tierra II
Hace más de un año / Simbología / 0
"Una mirada lo cambia todo: la perspectiva, la luz, la sombra, el verso... la palabra."
Hace más de un año / Simbología / 0
Fecha de publicación: 20 de agosto de 2021
Señales Cielo-Tierra II
Por Cristina Mª Menéndez Maldonado
Las señales en este viaje de la vida siguen y quiero dejar un mapa de las que me encuentro para no olvidarlas, para que cuando me pierda tenga referencias.
En una corta a Rascafría, en el camino de ida, en el carril de al lado vimos un Dragón de Feria, y como todo para mi son señales, miré el significado de esta figura tan curiosa:
El dragón representa lucha, fuerza, y es visto como un guardián que ayuda a mantener el orden que lleva al inicio de un universo, o el descubrimiento de un lugar sagrado."
Todas estas señales son algo pequeño, aparentemente insignificante, pero es en lo pequeño en donde perdimos esa conexión con lo natural, con nuestro ser interior, con ese duende que nos impulsa a preguntarnos cosas, a cuestionarnos la vida y decidir cómo debemos vivirla. Si perdemos esa conexión, dejamos en manos de otros nuestra alma. Cambiamos nuestro reino interior por un plato de lentejas.
En este viaje de descanso he estado pensando mucho en lo que nos rodea y he sentido más que nunca que tenemos que ordenar nuestras creencias y prioridades. Sin ser muy consciente de dónde reservaba mis vacaciones, porque me encanta Galicia, he estado una buena parte del tiempo en Costa da Morte con sus playas salvajes, intimidantes, donde encontré varias estrellas de Mar a las que contemplé con asombro, agradecí su belleza y liberé de nuevo en el mar. Sentí que moría cierta parte de mí, para ser más consciente.
Playa de Soestes. Costa da Morte
Nunca he tenido miedo a morir, pero si miedo a perder la libertad de mi alma, miedo a una esclavitud que nos mantiene presos...
Muxia. Costa da Morte
Llegamos hasta Fisterra, el fin de la Tierra, rogando el final de muchas cosas que ya no sirven en nuestras vidas, como tantos que llegaron hasta el final de su camino y dejaron diarios llenos de palabras, botas, bastones, sueños, esperanzas. El peregrino nos recuerda nuestro propio camino de vida.
En estos días en los que la muerte, la desolación campa a sus anchas por el planeta son muchas las preguntas que me hago. ¿Con la muerte acaba todo? Yo no lo creo. Pienso que venimos una y otra vez para aprender, de la vida, de la muerte. Pero esta sociedad en la que cabalgamos, enferma de valores nos muestra, una vez más, que es más importante el cuerpo que el alma. Es imprescindible, hoy más que nunca, restaurar lo que de verdad importa, con los pies anclados en la Madre Tierra y el alma prendida en el cielo.
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