Toletum mágico
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"Una mirada lo cambia todo: la perspectiva, la luz, la sombra, el verso... la palabra."
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Fecha de publicación: 2 de junio de 2008
Por Cristina María Menéndez Maldonado
Toledo es matraz que alberga, tras su empedrada muralla, innumerables secretos entre la luz y la tiniebla. Alquimia, Templarios, magia, historia, acogen el misterio, enredado en la vida cotidiana, que respira en un mismo espacio una nueva verdad; “el agridulce despertar del conocimiento”.Disimulada en sus símbolos se abren senderos, espirales que confunden la mirada, y que sólo unos pocos descifran, dirigidos por esa otra literatura hermética, cabalística o Templaria, recluida en los mapas de la ciencia clandestina.Si como dijo Aristóteles (384 AC—322 AC), “la sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad”, Toledo ha sido mecenas de ese otro saber prohibido, vedado, que se oculta en las cuevas o “nefandos gimnasios”, donde los sabios traductores de la Escuela Oficial, se nutrían con textos de esoterismo, magia, cábala, etc.Eloy Benito Ruano, en 1995 en el libro A Toledo los Diablos hizo alusión a una cita de Helinando (monje Ciscerciense flamenco francés del s. XIII de la Abadía de Froidmont , Beauvois), que decía textualmente: “Los escolares van a Paris a estudiar artes liberales, a Bolonia los códigos, a Salerno los medicamentos, a Toledo los Diablos… y a ninguna parte las buenas costumbres”. Tal afirmación parece corroborar ese pasado misterioso, oculto y hasta siniestro de Toledo, ligado al conocimiento más allá de lo convencional y permitido.Personajes como el Marqués de Villena, llamado el “Nigromante”, Miguel Escoto o Gerardo de Cremona, fueron protagonistas de una historia alimentada por traducciones como el PICATRIX, o la edición barroca delNECRONOMICÓN, así como el LAPIDARIUM llamado también “Libro de las formas e imágenes que están en los ciclos o Tablas del Lapidario”, ampliado en 1279. Biblioteca del Escorial (h.I, 16, signatura), y que trataba de mostrar las propiedades mágicas de las piedras. Documentos de ese otro Toledo menos conocido pero más enigmático e interesante.El siglo XIII fue por tanto un momento de ebullición de la sabiduría. Bajo este interés por el conocimiento, Toledo se convirtió así en un importante centro cultural, como explica el investigador Gonzálo Rodríguez, miembro del grupo turístico O.T.O que muestra la faceta mágica de Toledo: “A raíz de la Escuela de Traductores de Toledo, en la época de Alfonso X el Sabio se genera un gran movimiento cultural que hace que la ciudad se convierta en un punto de traducción de libros de medicina, filosofía, botánica; pero también llegan textos de otro tipo, que recogen temas como la Cábala, la Alquimia, tradiciones paganas que son interpretados como negativos. Todo ello genera una leyenda: Toledo como ciudad de magia, de esoterismo…”Su socio en esta aventura turística y de investigación, Julio César Pantoja, recalca también esta otra realidad, ligada a cierta literatura griálica: “Toledo está asociado a la magia del Grial, poder que debe ser buscado, que no debe ser entendido como algo material, sino como una forma deconocimiento supremo que abre al hombre puertas a una realidad trascendente. Hay referencias concretas a objetos de poder por excelencia:La mesa de Salomón, que simboliza el poder físico, conocimiento secreto, y que según fuentes godas y musulmanas se decía estaba ubican en Toledo. En época Goda lo situaban en la Iglesia Mayor, posteriormente en la Mezquita Mayor y más tarde en la Catedral de Toledo. La idea de que la mesa de Salomón se sitúe en Toledo es crucial para comprender la historia de la ciudad y su vinculación a los Templarios, así como la incansable búsqueda de éstos de la mesa de Salomón y la protección de tan importante objeto de conocimiento.”Extracto del artículo
publicado en Verdemente. Junio 2008
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