Entrevista a Mario Satz. La música de la palabra...
Hace más de un año / Gente con ARTE / 0
"Una mirada lo cambia todo: la perspectiva, la luz, la sombra, el verso... la palabra."
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Fecha de publicación: 29 de septiembre de 2019
MARIO SATZ. “LA ESCRITURA ES SIEMPRE INTERIOR Y FRONTERIZA”
Por Cristina Mª Menéndez Maldonado
Conocí hace algunos años al escritor Mario Satz después de leer su novela “La música de las esferas” (Dairea Ediciones 2014). Su prosa poética y la profundidad de sus reflexiones sobre la vida, la muerte, la compasión, el amor, la amistad, etc., de la mano de personajes llenos de alma, fue para mí toda una revelación y un disfrute.
Desde aquel instante, Mario generosamente me regaló muchos de sus poemas, cuentos, novelas en los que descubrí no solo la belleza de la palabra y su música, también un camino de iniciación hacia el misterio y la espiritualidad, una manera de ver el mundo, que alimentó parte de mi búsqueda como persona y como escritora.
Novelista, ensayista, filólogo, traductor, conferenciante, kabalista, Mario Satz (Coronel Pringles, en la Provincia de Buenos Aires en 1944) se siente sobre todo “poeta”, pues el verso es la llave maestra hacia lo más profundo de nuestro “ser”, al igual que la música-comenta.
Con más de 85 libros y otros tantos ensayos, artículos publicados en revistas españolas y americanas, Mario Satz es uno de los escritores más prolíficos de nuestro tiempo.
Su formación en Kábala y antropología y su extenso conocimiento de los libros sagrados como La Bíblia, El Corán, La Torá respiran en muchas de sus obras y destilan, como en el atanor del alquimista la “quintaesencia” de toda búsqueda.
Algunas de sus obras son: “Los cuatro elementos”. (Buenos Aires Montanari, 1964); “Los peces, los pájaros, las flores.” (Buenos Aires. Editorial Sudamericana, 1975); Las redes cristalinas. (Barcelona. Ediciones Obelisco, 1985); “Enseñanzas de una Lágrima.” (Barcelona Mtm editor.es, 2001);”El secreto de la miel”. (Huerga y Fierro. 2004). “La Escala Celeste” (Escuela de Misterios.2005)“Jesús el Nazareno, terapeuta y kabalista” (Miraguano Ediciones.2006) “La gota y el cerezo” (Babukinka. 2014)“Sopa de Abuelo”. (Babulinka 2016)“Pequeños paraísos. “El canto de la lluvia” (Dairea Ediciones. 2016)…
Recientemente ha publicado “Una piedrecita blanca” (Eirene Editorial. 2016), basado en el apocalipsis de Juan; “Lavándula” (Eirene Editorial. 2018)y “El alfabeto Alado”. (Acantilado 2019).
En la actualidad los cuentos infantiles acaparan casi toda su atención, al igual que sus nietos tan rebeldes y observadores como su abuelo.
Leer a Mario Satz, es emprender un viaje poético y espiritual. La belleza de su lenguaje, la investigación rigurosa de los temas es sutil y auténtica es una delicia. Escritor y obra unidos por un solo aliento para mostrar “el alma de las cosas”…
Te invito a sumergirte en una entrevista en la que Satz nos revelará el latido y la música de la palabra y algunos de sus secretos de sus obras...
1.-Filólogo, ensayista, poeta, novelista, kabalista, traductor, etc. ¿Cuál es la mirada que más te aporta en tu vida personal y en tu obra?
Creo que todo lo que aprendí y aprendo aún contribuye a mi formación y estilo. Aunque esencialmente, y no me ruborizara al decirlo, me siento poeta. Creo que los escritores que más admiro son todos poetas, o escribieron en su momento, poesía. ¿Por qué lo siento así? Porque el lenguaje poético habla de lo más profundo que somos, hombres y mujeres, a la hora de sentir, pensar y crear. Lo único que puede comparársele es la música, que por cierto está por encima de las palabras, en lo que lo lingüistas denominan la primera articulación. La segunda se refiere a los fonemas de la lengua. El léxico es igual aquí y allá, pero el caballo también se llama horse o cheval.
Juan de la Cruz René Char William Blake
2.-¿Cómo es un día en tu vida como escritor? ¿Cuáles son tus retos? ¿Ha cambiado en algo tu forma de abordar la escritura?
Cada día es distinto. Hace meses que por razones de salud, de mi esposa y mía, no escribo ni siquiera en mi dietario. Los diarios han sido capitales en mi formación, como almácigo o invernadero de las ideas que florecerán en un momento dado. Me refiero a los diarios de otros y al mío propio, aunque dudo que puedan interesar al lector. Para mí, con el tiempo, escribir fue hacerle un abrigo de palabras a los temblores del alma, que padece tanto fríos como ardores. Al principio quería cantar como el salmista, y aún hoy los poetas que más admiro son los que más celebran. Saint John Perse, Juan de la Cruz, William Blake, Salvatore Quasimodo, René Char, Hölderlin, más que Pessoa o Quevedo, por ejemplo. Mi vida de escritor ha cambiado en cuanto a producción, creo que lo más importante ha sido hecho ya, aunque no publicado en su totalidad. Desde la llegada de los nietos me interesa mucho la literatura infantil, más aún que la juvenil.
Mario Satz en familia
3.-En tus obras hay mucho de naturaleza, de espiritualidad, de búsqueda, de historia. José Luis Sampedro decía que escribir para él era ser minero de sí mismo ¿Escribir es para ti una búsqueda, un cavar dentro de ti mismo? Si es así, ¿cuáles son los hallazgos más importantes, hasta el momento, con los que te has encontrado de forma consciente o inesperadamente?
Escribir es volver, como diría Freud, consciente lo inconsciente, descriptible lo amorfo. Cuando supe que los pergaminos en los que se escribió durante siglos se llenaban de signos escritos por el lado que estaba en contacto con la carne del animal, comprendí que la escritura es siempre interior y fronteriza.
4.-Tienes innumerables novelas, ensayos, relatos breves, cuentos ¿De cuál de todas tus creaciones estás más orgulloso y de cuál menos?
Me siento orgulloso de mis aforismos, de algunos poemas, de mi trilogía Los oficios: Los calígrafos, Los músicos y los jardineros (este último aún inédito) y tal vez de algunas nouvelles aún inéditas aún, como por ejemplo “El grano de mostaza”, “Sereno mar de arena”, etc. Tiendo a valorar menos lo que es de breve formato. Mis primeras novelas están llenas de defectos, sobre escrituras, etc.
5.-Como gran estudioso de la historia, de la religión, de la Kábala. ¿Qué crees que necesita hoy el mundo?
El mundo necesita hoy, más que nunca, leyes más duras sobre el medio ambiente y la descentralización de las grandes ciudades. Ojalá llegue a ver, en mis días, un mundo más limpio que este que hoy nos asfixia y ahoga. Al lado de esa realidad urgente, la política, las políticas, me parecen juegos de niños estúpidos. También necesitamos con más urgencia silencio y espacios verdes.
6.-Los grandes textos místicos judíos; la Bíblia, el Corán, el Taoísmo, el Budismo, la filosofía oriental, los textos Védicos te inspiran en tus ensayos, novelas. ¿Cuál es la enseñanza más importante que aportan en común y que el mundo tal vez ha olvidado?
Los así llamados textos sagrados tiene aún mucho que dar: sentido de lo trascendente, belleza moral, sabiduría, respeto a los ancianos, gracia verbal y sobre todo poquísimo ego. Por eso me gustan tanto. Y no hago diferencias entre la Biblia y las Upanishads, los libros taoístas y los cuentos sufíes o jasídicos, a los que honré en mi libro “La palmera transparente” (Ed. Edaf.2007) sobre todo. El periodismo lo ha abaratado todo, comenzando por los diálogos y monólogos de la gente. El lenguaje era bastante más rico en el Siglo de Oro español que hoy en día, y el de los escritores del siglo XIX más que el idioma de los actuales.
7.-Si tuvieras que ponerle un adjetivo al mundo hoy en día, ¿cuál sería?
Apocalíptico, que quiere decir doblemente algo que es revelador, que se muestra, incluso de manera precipitada, cruel y cruda, y también algo oscuro, nublado. Lo terrible es que nos estemos matando y también que estemos muriendo rodeados a la vez de una abundancia nunca antes vista y de cientos de nuevos venenos.
8.-¿Qué es la vida y la muerte para ti? ¿Y la belleza, la paz, el amor?
La vida y la muerte son dos caras del mismo hecho, una ascendente y sintética y otra descendente y disgregadora. Creo, como dijo Canetti, que... “Los muertos viven de juicios, los vivos de amor.” En cuanto a la belleza, nada es comparable a lo creado, sus especies, el agua, el fuego, las cascadas, los desiertos. La naturaleza en suma. La paz no me interesa separada de la guerra, y por eso se equivocó Kant al hablar de una Pax perpetua, que no existe ahora ni existirá nunca. También los planetas colisionan.
9.-Me llama la atención lo de la Terapia de la risa. Cuéntame un poco sobre ello. ¿Crees que el mundo ha dejado de reír? ¿Tal vez es porque, cómo tú dices en “EL Buda de la risa”: «Habéis perdido la risa porque cada quien quería ser otro»?
“El buda de la risa” (Kairós. 2014)es sin duda uno de mis libros más felices, lo escribí tras mis cursos y seminarios de risoterapia, que impartí y ahora no doy desde hace años, para salir yo mismo de la depresión en la que caí durante el duelo por la pérdida de mi madre. Creo que hoy se ríe más pero ¡enlatado! Como en los programas de TV.
10.-“Una piedrecita blanca” se basa en El Apocalipsis y nadie antes había escrito sobre ello desde tu perspectiva. ¿Qué nos enseña un libro que habla del pasado con tanta profundidad en nuestro presente y futuro? ¿Cuál fue el reto más difícil al que te enfrentaste en esta novela? ¿Cuál es la piedrecita blanca en tu vida?
Una piedrecita blanca es un esfuerzo enorme de años, por dar voz a un personaje importantísimo de la historia cristina primitiva, siglos I-II: Juan, del que sabemos su nombre y poco más tal y como asevera Eusebio de Cesárea, el primer historiador de la iglesia. Un libro, el mío, que pasó casi desapercibido, sospecho que porque la editorial que lo editó era y es pequeña. No tuve mucha dificultad en escribir ese libro una vez hallado el punto de vista de la piedrecita blanca, que el mismo libro del Apocalipsis menciona. Usé muchas de mis notas de los diarios y reflexiones sobre el hebreo y el griego, las dos lenguas más importantes de la Biblia.
No tengo ninguna piedrecita blanca en mi vida, pero sí rosarios de sándalo, ámbar y cornalina, regalos de mis amigos viajeros. El rosario es un modelo fantástico de la interrelación de cosas y seres en el mundo, como quieren los budistas: “todos estamos enhebrados por la misma vida.” Por otra parte, y volviendo al libro en sí, sospecho que la brevedad de sus capítulos ayuda a hacer más respirable su lectura, muy densa como cabe de esperar tratándose de un fresco de una época tan compleja de nuestra historia común y sobre todo en el área del Mediterráneo oriental. Moría el mundo pagano y nacía el cristianismo.
11.-Desde tu punto de vista como investigador para tus creaciones. ¿Qué es lo más difícil?
Para mí lo más difícil es hallar la voz, el tono, el punto de vista de la narración o del narrador. Me encanta investigar y bastante menos escribir varias horas diariamente. Lo de diariamente es fundamental. No puedo imaginar a una gallina interrumpiendo su puesta o a un soldado de guardia abandonándola. Esa es, lamentablemente, la dificultad que enfrenta el creador que no puede vivir de lo que hace o que tiene otro trabajo, más absorbente y menos aleatorio. Menos artístico en suma.
También lo más difícil es encontrar un editor tan enamorado de tu trabajo como tú mismo.
12.- Algunos investigadores consideran que apenas hay pruebas de la existencia del Jesús histórico pero, ¿quién fue para ti Jesús de Nazaret a la luz de los manuscritos del Mar Muerto? ¿Esenio terapeuta y Kabalista?
Real o imaginario, qué duda cabe de que Jesús fue y es uno de los maestros más grandes de la Humanidad cuyas palabras-aproximadas-conservamos. Ni el único ni el último, hubo muchos y habrá muchos más. No creo en Jesús más que en Buda o Rumi, Sócrates o Chuang tsé…
Mario y Marta, su esposa
13.-¿Cuál es la creencia, filosofía, espiritualidad o religión que “te late”(Como dicen los mexicanos).?
La espiritualidad que más me emociona es la de los místicos de cualquier tradición.
14.- ¿Qué nos puedes contar del “Cantar de los cantares”? De su esencia, su magia, su belleza.
“El cantar de cantares” es el corazón amoroso de las místicas judía y cristiana por igual, un poema tan bello como sintético. Traduje y versioné el cantar a lo largo de casi siete años, y me siento muy orgulloso de la bella edición que hicimos en Kairós mi amigo Agustín Paniker y yo.
15.-¿Y de tu novela Azahar que unes kábala, evangelios, libro de los muertos con fuentes orientales?
Azahar, mi novela/ ensayo sobre la Granada de los siglos XIII-XIV, quizás sea una obra fallida. Que por lo demás tenía que escribir porque su génesis estaba ya en mi adolescencia y mi pasión por la Alhambra. Fallida como híbrido que es, aunque hay críticos que la valoran bien.
16.-¿Y tu faceta de escritor para niños? “Sopa de abuelo”, “La Ocarina azul”, “La pluma”, “Érase una vez un niño comepalabras…”
Me siento muy orgulloso de mis libros para niños, un campo en el que seguiré experimentando.
17.-En “La abeja y el Rey Salomón, la abeja habla y el rey escucha…¿Hemos perdido la capacidad de escuchar a la naturaleza?
Deberíamos oír más de lo que hablamos, que para eso tenemos dos orejas y una sola lengua. Eso dice un antiguo proverbio cuya sabiduría admiro.
18.-¿Qué nos puedes contar de tus más recientes obras: Lavandula (Eirene Editorial.2019) y "El alfabeto alado (Acantilado.2019)?
se gustan mucho entre sí. ..
Lavandula es, tal vez, junto con el libro consagrado al buda sonriente, uno de los libros más felices que escribí. Parte de mi amor incondicional por esa planta y recoge, en cinco relatos, mis otras pasiones: la Historia, sobre todo los choques y las tragedias de la Historia y no meramente sus felices cruces e influencias mutuas y los trasvases culturales. Después la pintura, la visión que los pintores tienen de sus paisajes natales o adoptivos. El de Van Gogh fue un paisaje adoptado, el de Turner natal. También exuda, el libro, datos sobre herboristería, alude a sanación por las hierbas encarnada en las curanderas populares. Provengo de una familia de farmacéuticos y de niño envasaba hierbas para uno de ellos. Así hasta llegar a la perfumería, que aún me atrapa con su mezcla de ciencia y arte, razón y embriaguez. Lavandula es también un homenaje a los cinco sentidos, que Kazantzaki llamaba sus instrumentos, sus últiles de trabajo. También son los míos. Mi ambición es que mis libros estén vivos, bien vivos, sean de poemas, ensayos o novelas.
En cuanto a El alfabeto alado ( título afortunado, creo), recorre con más o menos intensidad espacios y tiempos distintos en los que las protagonistas principales son las mariposas o lo que hemos conseguido saber y aprender de ellas. Muchas de esas historias son ciertas, quiero decir que tienen su fuente en hechos reales; otras inventadas. Pero todas intentan revelar , en pocas líneas, la vida y la muerte de los más bellos de entre todos los insectos y también los que más cerca están de ser obras de arte. Ya en mi segunda novela, Luna, hay un entomólogo como personaje, criatura de ficción que vuelve a aparecer, de más cerca, en Marte, obra en la que también vuelan mariposas. Esa novela, publicada hace años, habla sobre la guerra de guerrillas de los años sesenta del siglo pasado y las selvas sudamericanas. Cuando por fin se publique Arborescencias, sobre frutos, plantas y árboles, se habrá completado mi trilogía de naturalista amateur, que comenzó con Pequeños paraísos.
19.-¿Te queda algún tema por tratar? Difícil me parece con tan grandísima obra como tienes…¿Qué es lo que más te sigue sorprendiendo en el proceso creativo?
Ignoro si volveré a escribir novelas o relatos. Aún tengo, en el armario, tres o cuatro libros inéditos e importantes. Puedo esperar.
20.-85 títulos o más en una profesión de escritor, ensayista imparable ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Tengo un ensayo sobre el rostro humano y las máscaras a medio camino y una novela llamada “Venus” -sin comenzar-que transcurre en Grecia, en una suerte de monasterio femenino. Pero me faltan fuerzas y sobre todo confianza en que podré terminarlas.
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