"Una mirada lo cambia todo: la perspectiva, la luz, la sombra, el verso... la palabra."
Fecha de publicación: 31 de agosto de 2018
Estamos en una sociedad de espejismos, de photoshop y gramour sintético. Y como siempre, las mujeres reales, sea cual sea su talla, color, tamaño, somos cuestionadas entre nosotras mismas y por una sociedad que vende estándares en los que ni las superdivas pueden encajar. Lo inalcanzable es ley... En todas las épocas siempre ha habido corsés ideológicos y físicos para en caso de no poder encajar en ellos (que era nunca o bajo miles de autocastigos) ser denigradas, abandonadas o señaladas como no gratas. ¿No es hora ya de ser libres de verdad? ¿De no creer que estamos en el mundo dando gracias de tener un hueco minúsculo de sombra en el que respirar sin molestar a nadie, "por Dios" no sea que les insulte nuestra presencia? Ya es hora de ocupar nuestro lugar, igual que los demás sin avergonzarnos por tener tallas de más o de menos, sin ser el modelo de belleza que todos esperan, sin que se nos compare y se nos señale. La delgadez o la obesidad no es sinónimo de mala salud. La única enfermedad que nos invade a todos es la de "criticar al otro" por gordo, por flaco, por trabajador, por vago, por listo, por tonto, por esto o lo otro...Esa si que es la dieta más insana, más contaminante y más viral de todas. Comparto una portada de Cosmopolitan, que ¿cómo no? ya ha sido criticada, seguramente por gente que debe ser perfecta en todo.
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